1 DE MAYO. CELEBRACIÓN SOCIALISTA.
El hombre libre no tiene porque cercenar la propiedad privada de sus conciudadanos.
El primero de mayo como el día internacional de los trabajadores, se viene celebrando desde 1886, este día se celebra en homenaje a los sindicalistas anarquista que fueron asesinados durante la revuelta de Haymarket en Chicago — Estados Unidos, después de la huelga que empezó el 1 de mayo y termino el 4 del mismo mes. A partir de entonces se convirtió en una jornada de reivindicación de los derechos de los trabajadores.
A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El propio Federico Engels, compañero de Karl Marx, recogía este hecho en el prefacio de la edición alemana de 1890 de ‘El manifiesto comunista’.
Esta es una de las razonas por la cual el socialismo se ha venido aprovechando de la clase obrera para obtener poder dentro de la sociedad, prometiéndoles la famosa igualdad social, la repartición equitativa de las riquezas y creándoles el odio hacia quien genera trabajo y no regala sus ganancias.
1 de mayo. Celebración Socialista. Este día se ha convertido en el mejor día para los demagogos, populistas y corruptos para poder seguir engañando a los ciudadanos con promesas que no salen de sus bolsillos, haciendo exigencias hacia un sector productivo en donde estos señores que tiene el poder o lo desean, desconocen por completo como es que se logra fabricar un alfiler o como se termina de consolidar un taller.
Los líderes socialistas el 1 de mayo se llenan la boca de promesas a favor del más necesitado pidiendo mejoras para el trabajador “explotado”, pero nunca les explican de donde o como los hombres que han defendido su libertad logran sus proyectos industriales o comerciales.
El odio que logran los políticos crear dentro del ciudadano trabajador hacia el empleador, es tan poderoso que termina destruyendo el deseo individual de progreso en el ciudadano y quebrando al pequeño industrial como al comerciante que si cree en el derecho de superación.
El 1 de mayo. Celebración Socialista. Este día veremos a populistas haciendo campaña con dinero y esfuerzos ajenos, ofreciendo lo que no han trabajo y repartiendo ganancias robadas. No escucharemos en esos discursos populistas exigirles a los ciudadanos el respeto por la propiedad privada, promover el egoísmo como único medio para que logren aumentar su capital económico, decirle al pobre que el trabajo dignifica y que el pedir limosna pauperiza más al individuo.
No se escuchará en esos mítines donde el socialismo compra conciencias y destruye existencias, que la libertad es individual, que el ciudadano tiene derecho de trabajar sin pensar en robar, que el industrial esta donde esta porque no le dio miedo apostar y que un país se vuelve grande cuando los ciudadanos dejan de perseguir hombres, para perseguir sueños.
1 de mayo. Celebración Socialista. Cuando un país deje de celebrar este día y lo cambie por el día del industrial, el comerciante y del emprendedor, ese día la pobreza estará enterrada y sólo quedar lo pobreza metal que poco a poco se ira exterminando.
Cambiemos nuestro modo de pensar y en vez de seguir creyendo en falsos líderes, empecemos en creer en nosotros mismo, el neurólogo austriaco Viktor E. Frankl después de sobrevivir de los campos de concentración nazis, nos deja esta reflexión; “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra libertad”
En este día hay que saber diferenciar muy bien lo que es ser capitalista y mercantilista, esto es algo que los socialistas no quieren diferenciar.
No se puede esperar nada del hombre que sólo ve el bolsillo de los demás, sin ver como llena los suyos con dignidad.
