EL BIEN Y EL MAL.

“El camino al que llamamos vida, siempre estará lleno de dudas, de aciertos y desaciertos”

La humanidad en su búsqueda de la felicidad siempre se ha tropezado con dos opciones, dos colores, dos sabores, dos razones y dos rutas. El individuo desde su nacimiento empezará la búsqueda del éxito, llámese fortuna, amor, tranquilidad o paz.

Dentro de esta búsqueda el individuo empieza a participar o se deja contaminar de las diferentes tendencias que dominan a las sociedades, como son la política, la religión o la ideología, ahí es donde comienzan las tomas de decisiones entre las claras y las oscuras.

¿Se podrá juzgar la decisión de un individuo, cuando él estaba seguro de ella? El arrepentirse no es otra cosa que recordar lo bueno que se hizo, pero que salió mal. Las decisiones son tomas que siempre tendrán detrás de ellas el dedo juzgador de la ley, la ética o la moral.

El individuo es como el agua, nace puro, pero a través de su recorrido empiezan a llover ideas que hacen que su mente cambie constantemente dependiendo de las circunstancias en las que se esté viviendo. Por eso debemos saber que entre lo blanco cabe el negro y entre lo negro cabe el blanco.

El bien y el mal, entre estas dos palabras hay una cuerda muy delgada construida por la moral y la ética, su valor depende de donde se hayan fortalecido, en estas palabras moral y ética entra el sistema en donde se formó el individuo.

El bien y el mal, dos fronteras que están divididas por una pared de cristal hecha de azúcar, la cual la puede destruir una piedra, el agua o el calor. En esto intervienen factores como la política , la religión y la ideología, ellas terminarán definiendo que esta bien o que esta mal, pero a la final esto depende del color del cristal por donde está viendo el individuo.

¿Quién define lo que está bien y lo que está mal? Esta gran interrogante se resuelve con una decisión muy personal, ahí interviene la visión de vida, las metas propuestas, los sueños creados y la psiquis del individuo.

Para unos el bien está en el vino y para otros el vino es un veneno. Dentro de esta incógnita no entra la igualdad que busca la humanidad. Dentro de las diferentes formas de vida de los humanos, es donde se crea el bien y el mal.

Algo que el hombre siempre debe hacer, es la búsqueda del bien, en la obra El conde de Montecristo del francés Alexandre Dumas, él nos explica los alcances del bien y del mal, nos dice. “ El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo”

El bien tiene límites y nadie lo ve y, el mal, no tiene fronteras y todo el mundo lo ve, lo juzga, lo critica, pero muchas veces lo aplauden, bien sea por envidia, rencor o ambición.

¿En qué orilla del río estás? Es una pregunta cuando tenemos que calificar que está bien o que está mal.

“El hombre que mata por salvar su vida, no se le puede llamar asesino”