EL DEBER

Luis F. Córdoba R.
3 min readOct 15, 2023

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“El hogar, esa cárcel que nos vendieron como felicidad”.

Todos sabemos que la obligación es sinónimo de el deber. Este ha sido el eslabón principal de la manipulación del hombre por el hombre. No hay religión, política o ideología donde sus leyes se conviertan en obligaciones, y de no acatarlas serás excomulgado, despedido o rechazado al no seguir dichas constituciones.

El compromiso o responsabilidad que se debe tener con el conciudadano, con el individuo, con el familiar o con el compañero de camino, son órdenes que según las diferentes organizaciones se tendrán que obedecer para poder tener una cordial y armoniosa convivencia.

Ese compromiso que los altruistas utilizan para su propio beneficio, obligando al otro a obedecer sus órdenes, como lo es la recolección de los impuestos o del diezmo para por medio de ellos beneficiar al necesitado. Esta manipulación de los líderes sobre el deber no es otra cosa que el control de la libertad del individuo.

La responsabilidad controlada, la vemos en los fanáticos, soldados y en individuos que necesitan que sea el otro quien controle su destino. La manipulación de los altruistas, está más en su verbo que en su hacer, empezando con su famosa máxima “la ayuda al prójimo”.

El deber… Esta obligación moral en vez de traer felicidad lo que ha traído es frustración e infelicidad, este deber con el hogar, con los hijos, con el trabajo, con la religión, con la política y con el otro, no ha sido más que la orden de leyes morales que vuelven miserable a quien decía ser libre de ellas.

El deber. Esta obligación o responsabilidad llena de moralismo donde deja al individuo aislado de sí mismo, sino hace parte de esa sociedad que está sometida por leyes políticas, religiosas o ideológicas. El deber, es como esas leyes llenas de condenas por no ver por los demás, porque de una u otra forma, es tu responsabilidad.

Si vemos el deber no es más que una sumisión frente a una sociedad o comunidad donde imponen una igualdad que nunca existirá entre los hombres. El verdadero deber que debe existir, es el deber consigo mismo. No hay porque sentirse culpable si no hacemos más por los demás, cuando es responsabilidad de ellos.

En el libro, Filosofía quién la necesita, de Ayn Rand, ella nos dice, “Uno de los anti-conceptos más destructivos en la historia de la filosofía moral es el término «deber».

“Un anti-concepto es un término artificial, innecesario y racionalmente inútil, creado con el fin de reemplazar y borrar algún concepto que sí es legítimo. El término “deber” destruye más que conceptos individuales; es un asesino metafísico y psicológico: niega todas las cosas esenciales para una visión racional de la vida y hace que se vuelvan inaplicables a las acciones del hombre. . . .”.

El deber te ata de manos frente a tu propia libertad, ya que los deberes siempre han sido impuestos bien sea por la religión, la política, la economía, la educación o la familia. El verdadero deber, es el respeto a sí mismo y, el no hacerle daño al otro. El verdadero deber, está en ser feliz y esa felicidad está en el pensamiento y la observación.

No le pidas deberes a quien no es capaz de guiarse por el libre camino del pensamiento, ¿qué se puede esperar de quien exige deberes, cuando su vida está llena de temores, envidias y odios? La manipulación del deber, es otra cadena que mantiene al individuo sumiso y pusilánime en ese redil llamado sociedad.

“El hombre libre tiene la responsabilidad de luchar por sus propios pensamientos”.

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Luis F. Córdoba R.

Solo intenta ser feliz,porque la vida es dura y poco dura -Poeta y Escritor-Defensor de la Isonomia - Nací para morir libre y vivire para luchar por lograrlo.