EL PODER DE LA LIMOSNA

Luis F. Córdoba R.
4 min readNov 9, 2017

“No se puede esperar nada de quien no desea ser libre”.

El poder de la limosna dentro de una sociedad en decadencia es infalible y sus resultados tienen efectos desastrosos. América Latina lleva décadas teniendo una población donde los zafios abundan en cada esquina y son víctimas de las políticas populistas, la modalidad de dar limosna no es nada nuevo y en sistemas en donde el socialismo esta presente su poder aumenta, los limosneros o buenos samaritanos que creen estar haciendo un bien, terminan por dañar más al necesitado, neutralizándolo como persona útil y a la vez le hace un gran favor al sistema hambreador, ya que, le quita dos problemas de encima ,el primero, al individuo se le olvida de quien es la culpa de su desgracia, la segunda, el sistema se libra de una responsabilidad.

Los populistas tienen un mercado muy amplio dentro de los países donde sus habitantes le gusta dar más lástima que, exigencias laborales, esta actitud es la que alimenta en potencia a los tiranos, el cultivo de esclavos se prolifera cuando las dádivas están a la orden del día. A los sistemas paternalistas y dictatoriales ese cultivo lo expanden también dentro de las diferentes clases sociales, a nivel industrial la manipulación con divisas y negocios convierten al empresario en un sirviente obediente al sistema, en el ala militar el darles poder fuera de sus atribuciones, lo convierte en un esclavo leal, estos sistemas termina dominando a la población en general con programas de alimentación, volviendo al ciudadano fiel, frente a la mano que le da de comer.

El poder de la limosna es un tema muy bien estudiado por los gobiernos para controlar a los seres que ignoran el poder que tiene la libertad, haciendo de ellos una masa moldeable a favor de las leyes, ordenes o decretos que le implementa el estado a cambio de percibir las pocas limosnas que le llenara su sistema entérico.

La religión y la política siempre juega a su favor con sus retóricas de colaboración y solidaridad, mandando sus mensajes sublimares para el ciudadano bondadoso, quien termina haciendo parte del proyecto adoctrinador y domesticador que se necesita para poder dominar al individuo que, le tiene miedo al esfuerzo y a los cambios.

Cuando no se hace nada por el prójimo, es ahí, donde las sociedades empiezan a cambiar para bien, el individuo se ve obligado a buscar su sustento al ver que su mano extendida ya no causa ningún efecto ante el ciudadano trabajador. El poder de la limosna es tal que, vuelve a unos más ricos y a otros más pobres y miserables.

La humanidad debe ya cambiar el concepto del buen samaritano que inculcan las religiones y los politiqueros. Cuando un gobierno esta bien estructurado, con proyectos eficientes y con la ausencia de la amiga corrupción, el trabajo debe florecer, la salud debe estar controlada y el dinero no debe faltar en las manos de los ciudadanos, otorgándole tranquilidad, una tranquilidad que puede ofrecer educación y prosperidad.

La limosna destruye el espíritu competitivo del individuo, cambiando al hombre libre en esclavo voluntario, quien termina defendiendo a su opresor y a su verdugo. No niego que se puede ayudar a una sociedad en problemas, pero esa ayuda siempre debe ser puntual y bien dirigida, de lo contrarios los daños serán irreversibles, cuando un ciudadano se acostumbra a pedir, el ofrecerle trabajo se transforma en una gran ofensa.

Ayn Rand nos enseña cómo vivir sin la necesidad de pedir limosna en la siguiente cita: “Integridad es el reconocimiento de que no se puede falsificar la propia consciencia, así como la honestidad es el reconocimiento de que no se puede falsificar la existencia; de que el hombre es una entidad indivisible, una unidad integrada de dos atributos: materia y consciencia, y que no puede permitir brecha alguna entre cuerpo y mente, entre acción y pensamiento, entre vida y convicciones; de que, como un juez impermeable a la opinión pública, uno no puede sacrificar sus certidumbres a los deseos de otros, aunque toda la humanidad se lo suplique o lo amenace; de que el coraje y la confianza son necesidades prácticas, y el coraje, la forma práctica de ser fiel a la existencia, de ser fiel a la propia consciencia.”

¡Ya esta bueno de bajar la cabeza!

“La única razón que tiene un hombre para vivir es la libertad, sin ella, aunque esté vivo todo estará muerto a su alrededor”.

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Luis F. Córdoba R.

Solo intenta ser feliz,porque la vida es dura y poco dura -Poeta y Escritor-Defensor de la Isonomia - Nací para morir libre y vivire para luchar por lograrlo.