LA COMPETENCIA

“Todo ser humano desea más de lo que tiene, sin importarle el otro”

Desde el momento de la fecundación, el ser comienza una competencia por la vida. Una carrera que la ganará el más fuerte. En esta carrera no participan la ideología, la filosofía y mucho menos las clases sociales.

La humanidad desde su inicio ha mantenido una lucha por la supervivencia. Por esta contienda por la vida, se han formado grupos, etnias y sociedades. Esto ha llevado a la humanidad a crear organizaciones políticas, religiosas e ideológicas, con el único fin de controlar o dominar al otro.

Nada ha cambiado en la sociedad mundial en esta guerra por el poder. El hombre con sus diferencias físicas y mentales, las han utilizado para diferenciarse del más débil. Esta es una conducta normal en los hombres, como en los animales, con la única diferencia que, el hombre es “compasivo” con el débil, en cambio el animal es práctico y decisivo.

¿De qué igualdad hablan los políticos? Esta manipulación literaria “La Igualdad” no es otra cosa que una cacería de idiotas que, se creen el cuento que por medio de leyes pueden lograr sin ningún esfuerzo lo que tiene el otro. En esta fulana igualdad. ¿Dónde queda la inteligencia, la actitud, el esfuerzo , la iniciativa y la disciplina?

La competencia. Gracias a las habilidades y actitudes que desarrolla el hombre, es que logra conquistar sus metas y proyectos. La competencia hace que la igualdad, se vaya por un barranco. La competencia es la manera más sana para que la sociedad florezca políticamente, intelectualmente y económicamente.

La competencia actitudinal es la que permite que el comercio, la literatura, la iniciativa, la ciencia, la tecnología, la industria y el empleo se desarrollen, y que sus frutos se vean a cambio de esfuerzos y sacrificios. Así es que se construye una verdadera sociedad próspera y justa, con la participación del individuo independiente y libre.

En esta carrera por la vida, lo regalado, prestado, donado o gratis pierde todo valor, convirtiendo al individuo en un ser envidioso y resentido. El hombre crecerá cuando su esfuerzo y su lucha por sus proyectos estén acompañados con la ética, la moral y la dignidad.

La igualdad como figura existe. Pero cuando comienza la competencia desaparece, porque son innumerables los factores que influyen para lograr el éxito. Los socialistas marxistas no comparten el término competencia, porque saben que el buen capitalista siempre le ganará la partida.

La competencia siempre ha sido atacada por historiadores, idealistas y costumbristas con el propósito de controlar la masa y frenar el individualismo. En el libro El Manantial, la filósofa Ayn Rand nos dice cómo el individuo libre es un peligro. Describiéndolo de esta manera.” Los grandes creadores, los pensadores, los artistas, los hombres de ciencia, los inventores han estado solos contra los hombres de su época. Todo pensamiento nuevo ha constituido una oposición”.

No se puede seguir permitiendo que los políticos con sus retóricas populistas, destruyan la competencia, vendiendo una tal igualdad que no existe ni en la misma palabra, ya que, para escribirla, se necesitan diferentes letras para conformarla.

“Quien no compite en la vida, siempre será un esclavo voluntario”