¡LA CULPA ES DEL PRESIDENTE!

“Es muy fácil evadir la responsabilidad culpando a los demás”

En la mayoría de países defienden una tal democracia, la cual ha causado tragedias, guerras y uno que otro éxodo. Esta famosa democracia termina eligiendo a unos personajes gracias a una minoría, para que dichos individuos terminen controlando y dominando a la mayoría.

La responsabilidad del ciudadano frente al estado es enorme y la mayoría la evaden, por consecuencia vemos como la corrupción, el despotismo, la trampa, la demagogia, el narcotráfico, la delincuencia y el socialismo terminan gobernando a sus anchas.

Cuando llegan las elecciones en un país “libre” mucha parte de la población decide no participar ya que la política no le da de comer e igual tienen que seguir trabajando, esta forma de pensar es la que aprovechan unos pocos para elegir a su candidato que por lo general fue quien más les prometió bienestar, salud, educación, amor y paz.

Al final de historia electorera y democrática ¡La culpa es del presidente! Es obvio que la punta del iceberg es lo primero que se ve y lo más fácil para tirarle piedras ¿Pero qué pasa con lo que sostiene esa punta?

Ya sabemos que los que ostentan el poder bien sea desde un puesto de concejal hasta la primera magistratura fueron unos políticos los cuales sus nombre se dieron a conocer gracias al elector; así como la “democracia” le da el poder de elegir al ciudadano a sus empleados públicos, también les da la potestad de exigir y reclamar por su derechos sin obviar sus deberes.

Todos los males de un país rápidamente recaen en el presidente por ser la primera autoridad y quien debe de tomar las decisiones en pro de la nación, pero al ciudadano se le olvida que por la falta de fiscalización y control, los empleados públicos terminan haciendo fiesta con el erario publico.

Cuando el ciudadano desconoce cual es su concejal, alcalde, gobernador, ministro o presidente de condominio no tiene mucho que reclamar, ya que por evadir su responsabilidad a elegir o auditar, le dio el poder a los que mejor saben robar en nombre del bienestar de la comunidad.

¡La culpa es del presidente!… Claro que la culpa es del presidente cuando se desconoce todo el andamiaje que hay por debajo de él y como cabeza visible tiene que responder; este es el gran error cometido por la mayoría de ciudadanos cuando nunca participan en la política y permiten a otros que decidan por su destino.

Si el ciudadano sigue dejando su responsabilidad a otros y no se da cuenta que a partir de su irresponsabilidad empiezan los problemas de su país, las cosas no mejorarán y el culpable de todas la malas cosas serán siempre del señor presidente.

Las autoridades de un país siempre llegarán hasta donde lo permite el soberano, por lo general los desmanes que cometen las personas a las que le dimos el trabajo para gobernar, controlar las leyes y proteger al ciudadano, es culpa del gran jefe, recordemos que ese gran jefe no otra persona sino usted.

Nadie está arriba sino no tiene quien lo sostenga, es por eso que tenemos la obligación de fiscalizar y auditar a nuestros docentes, jueces, abogados y todo empleado publico que devenga un sueldo gracias al aporte fiscal de quienes trabajamos con honradez.

¡La culpa es del presidente! Esto es muy fácil decirlo para salir del problema, el filósofo griego Epicteto referente a la responsabilidad nos decía “El hombre no está preocupado tanto por problemas reales como por sus ansiedades imaginadas sobre los problemas reales”.

Seamos participes de la política para que nuestros empleados públicos dejen de creerse reyes y aprendan a cumplir con su verdaderas obligaciones.

“Cuando el ciudadano desconoce el verdadero problema, siempre mira hacia arriba, porque mirar hacia abajo le causa complicidad”.