LA DECISIÓN DEL ELECTOR

“El éxito del hombre, es el resultado de sus acciones y de sus pensamientos”

El futuro de los países “Democráticos” siempre estará sujeto al presente de sus ciudadanos que son los que eligen a sus gobernantes, que lamentablemente la mayoría siempre se van como niños detrás del payaso con su bolsa de caramelos.

Los ciudadanos no fueron educados para elegir bajo su responsabilidad y sobre todo defendiendo su libertad individual, son entrenados para buscar un bien común, cuando lo común siempre se convierte en estiércol.

Los ciudadanos eligen por pasión y romanticismo, votos que se van a favor de idealistas que sólo tiene en su pequeño cerebro una utopía de país, donde el hombre debe ser igual, la economía controlada, la propiedad privada un fantasma y la justicia condicionada favoreciendo a la clase social que compone el gobierno.

La decisión del elector; debe estar bajo su propio criterio poniendo sobre todo su envidia como ser, no se puede dejar influenciar por partidos políticos o por doctrinas religiosas.

La decisión del elector no puede ser controlada por miedos ni castigos, el elector no puede votar por promesas, sino por ideas que lo defienda como ciudadano y no que lo traten como una parte de un pueblo que lo controlan como una manada de ovejas.

El valor del voto debe estar bajo el criterio del bienestar individual, donde la moral, la ética y la libertad no estén controladas por el empleado que asume el poder.

Muchos votan por las promesas de mejoras sociales, económicas, justicia, seguridad, salud y educación cuando esas son las obligaciones que deben cumplir y mejorar todo empleado público.

La decisión del elector, se debe enfocar en cómo está preparado el que lo va representar en el poder, que tenga la suficiente responsabilidad y compromiso para hacer respetar la ley que lo va a defender frente al estado y la sociedad.

Se debe elegir por quien garantice la libertad y la isonomía, por el que sepa administrar los recursos del estado y permita a los emprendedores mejorar su propia economía sin asfixiarlos con impuestos para mantener a los bajos, flojos y delincuentes.

Los idealistas socialistas logran la simpatía del elector porque alimentan esperanzas y lastimas, en cambio los capitalistas asustan porque lo que proponen, es un desarrollo individual, donde el sacrificio y responsabilidad debe estar presente en cada elector.

Cuando hablo de decisión me acuerdo “El Grito” un ensayo escrito 1922 por Lucila Godoy Alcayaga​ conocida popularmente como Gabriela Mistral donde en el se ve la admiración de ella por los Estados Unidos, Gabriela Mistral quien​ fue una poeta, diplomática, profesora y pedagoga chilena, en sus escrito dice “Discutimos incansablemente, mientras él hace, ejecuta; nos despedazamos, mientras él se oprime, como una carne joven, se hace duro y formidable, suelda de vínculos sus estados de mar a mar; hablamos, alegamos, mientras él siembra, funde, asierra, labra, multiplica, forja; crea con fuego, tierra, aire, agua; crea minuto a minuto, educa en su propia fe y se hace por esa fe divino e invencible.

¡América y sólo América! ¡Qué embriaguez semejante futuro, qué hermosura, qué reinado vasto para la libertad y las excelencias mayores!”

Por esto se debe pensar antes de elegir a populistas, caudillistas, demagogos y corruptos.

“Un país no se pierde por los políticos, se pierde por la decisión de sus ciudadanos. El socialismo es un cáncer que acaba con todo”.