LA IMPORTANCIA DEL PRODUCTO.
“Gracias a las necesidades, es que el hombre ha logrado conseguir el éxito”
Según investigaciones, la rueda se inventó en la Mesopotamia hace 3.500 años a.c, este invento que no necesito de una mente brillante ni de un Einstein para ser descubierto o fabricado. La rueda revolucionó el mundo y es uno de los pilares fundamentales de la mecánica.
Después del descubrimiento “invento” de la rueda, el hombre se ha dedicado a diseñar y a descubrir miles de objetos y productos con dos fines en específico; el primero, en busca de tener una vida más fácil y cómoda, el segundo en cómo ganarse la vida y ser exitoso en los negocios.
Detrás de esto, el hombre ha utilizado la palabra trabajo como un tema social. Y los políticos, como los socialistas, han convertido el trabajo como un medio de explotación y a la vez la fuente donde el hombre puede sacar el sustento para poder vivir.
Pero los políticos echan en un saco roto al capitalista, al emprendedor, al ingenioso y al hombre libre que se atrevió en crear y en creer en un producto que desarrolla y evoluciona a la sociedad.
Gracias a las bondades del capitalismo, es que hay generación de empleo. Gracias a esos hombres que no le temieron a arriesgar ni perder en lo que piensan y creen, sin ellos la humanidad seguiría viviendo en la época de la caverna.
La importancia del producto; el pan, la rueda, la ropa, el libro, el disco, la pintura, son productos que han ayudado a la formación del individuo. Y es por eso que por el producto se ha podido crear empresas, industrias, pequeños y medianos negocios. Ellos a la vez son los creadores de nuevas fuentes de trabajo.
La importancia del producto… Si el hombre no se dedicara a ver o analizar las necesidades del otro, no habría fuentes de trabajo ni mucho menos desarrollo. Por eso es que el producto es quien genera empleo, no el gobierno ni las obras sociales. Por eso hay que darle de nuevo un aplauso a los capitalistas.
No sigamos cayendo en la mentira de que son los capitalistas unos explotadores. Explotadores son los mercantilistas que son amparados por gobiernos populistas, de esos gobernantes que no les importa que ciertos comerciantes hagan de las suyas con tal de que ofrezcan trabajo.
En el libro, FOCUS, del psicólogo y periodista estadounidense Daniel Goleman, él resalta la importancia del producto. Veamos ahora un ejemplo de lo que, en este sentido, ha estado ocurriendo desde hace años en Ben & Jerry Ice Cream. El proceso de fabricación de uno de sus sabores más populares, el brownie con chocolate y caramelo, pasa por trocear brownies en el helado de chocolate. Para ello, Ben & Jerry se aprovisionan de camiones llenos de Greyston Bakery, un horno situado en un barrio muy deprimido del Bronx. El horno enseña a mucha gente y contrata a quienes desean encontrar trabajo, como algunos padres con escasos recursos que viven, con sus familias, en un cercano edificio de viviendas protegidas. El lema de Greyston Bakery es: “Nosotros no contratamos gente para hacer brownies, sino que hacemos brownies para contratar a gente”.
El producto, del socialista, es el mismo hombre que, con su miseria intelectual y económica les sirve de alimento para sus fábricas manipuladoras de esclavos y obedientes, para ellos poderse perpetuar en el poder cuando lo consiguen.
“El hombre es libre cuando crea y defiende sus principios morales y éticos”