LA MANIPULACIÓN DE LA EMPATÍA.
“El hombre no puede depender del otro, para conocer su libertad”.
En el mundo entero existen dos corrientes muy fuertes que siempre han manipulado la mente del hombre. Estas dos son; la política y las religiones, cada una de ellas con sus diferentes ideologías, costumbres, leyes, mitos y dogmas que, han hecho del hombre un ser obediente y temeroso.
Las religiones y la política, han sido el pilar fundamental para que el socialismo siga manipulando y degenerando a la sociedad. En los términos de adoctrinamiento encontramos las palabras, pecado, temor, amor, odio, paz, igualdad y empatía.
La empatía es la capacidad que tiene el hombre en percibir los sentimientos y las emociones que puede tener otra persona, esto ayuda a reconocer al otro como similar. Se habla que es también la forma de ponerse en el lugar de las circunstancias por la que esta pasando el conciudadano, para poderlo entender y así ayudarlo.
Esta definición de empatía, es usada por los líderes políticos y religiosos para lograr una sociedad más equitativa, lo malo es que siempre la quieren aplicar fijándose en el de abajo, el necesitado y en la lumpen. Cosas que hacen con todo el propósito para poder tener al hombre sometido a sus caprichos y deseos.
La manipulación de la empatía. ¿Por qué razón el político o el cura “pastor”, no les dice a sus discípulos que se ponga en el lugar del empresario, para que vean el esfuerzo que deben de tener para poder mantener una nómina y con ella sostener a millones de familias?
La manipulación de la empatía; con ella quieren poner al individuo siempre igualándose con la miseria y el pesar. De esta manera crecerá el conformismo y la aceptación de la pobreza o del problema en el que está pasando el otro, porque lo asumirá como propio. Puntos para tener una sociedad sumisa y obediente.
A las religiones como a los políticos no les conviene tener unos ciudadanos libres de pensamientos y menos de decisiones. La empatía le debe servir al individuo para que se ponga en el lugar de los inversionistas, de los comerciantes, de los emprendedores, del hombre que no le tiene miedo a los retos y mucho menos al poder.
Ya está bueno de mantener al hombre mirando y comparándose con los que están más abajo, no olvides que cada quien ha tenido la oportunidad de una u otra forma de labrar su propio destino y con él su posición económica y social.
La empatía debe ser vista como la capacidad que tiene el individuo para progresar no envidiando al otro ni teniéndole lástima ya que, la lastima es la bandera del socialismo. La filósofa y escritora Ayn Rand en su libro, La Virtud del Egoísmo. Nos dice. “Un comerciante es un hombre que gana lo que obtiene, y no da ni obtiene lo inmerecido. No considera a los demás como amos o esclavos, sino como a sus iguales independientes”.
El socialismo como las religiones siempre han puesto al hombre ingenioso, rico y libre como la oveja negra de la manada, un mal ejemplo a seguir. Al poder no le conviene una masa que no se deje dominar por doctrinas ni miedos.
“El hombre pobre es aquel que siempre se está comparando con los demás y no vive su propia vida”.