LAS SANGUIJUELAS SINDICALISTAS
“Quienes esperan comida de parásitos siempre se acostaran con hambre”.
Dentro del reino animal también hay sanguijuelas con piernas y brazos, los parásitos son organismos o seres que viven sobre un organismo huésped o en su interior y se alimentan a expensas del noble huésped.
Dentro de las diferentes sociedades existe un minúsculo grupo que se dedica a explotar, sobornar y robar a quienes les han brindado una mano de apoyo, abusado de su confianza, de su ingenuidad o ignorancia.
La mayoría de las sanguijuelas humanas siempre han embaucado a sus víctimas, bien sea con promesas de aliento o planes de mejorar su calidad de vida, pero sin dejar de sacar provecho propio; a estos parásitos no les importa el sufrimiento del otro y mucho menos de quien los alimenta.
Los peores estafadores y mantenidos a parte de los políticos y líderes religiosos son los corruptos sindicalistas.
Las sanguijuelas sindicalistas, con sus pliegos de peticiones han destruido empresas, dejando a sus seguidores sin trabajo y muchas veces sin arreglos laborales debido a quiebras y cierres.
Estos sindicalistas a parte de pedir mejoras laborales, viven cobrando sueldos sin trabajar, no saben otra cosas que exigir y no toman en cuenta de dónde ni cómo es que se generan los salarios de sus víctimas.
Las sanguijuelas sindicalistas, ven la riqueza de sus empleadores con ojos de buitre, pidiendo parte de ella, desconociendo lo que es un análisis de precio unitario, pagos de servicios, intereses y cargas administrativas, lo único que saben decir es que los están explotando y de ahí se pegan para robar a sus compañeros pendejos.
Estos parásitos son los responsables de paros, huelgas y las famosas protestas de brazos caídos, logrando destruir la economía y acabando con esperanzas de empleados y empleadores.
La cuna y cultivo del socialismo y del comunismo empieza en las cabezas sindicales, promoviendo una igualdad laboral mandando al piso la meritocracia y el esfuerzo personal como la libertad individual.
Si el mundo no le pone coto a las organizaciones sindicales el pan se pondrá más duro y los zapatos difíciles de alcanzar, dejando a millones de trabajadores sin un sueldo que esperar, a empleadores con proyectos engavetados y empleos en la fosa de la miseria.
Entre los sindicalistas, mercantilistas y comunistas están acabando con quienes generan riquezas, a los mal odiados capitalistas, esas personas que con su tenacidad , creatividad y actitud logran alimentar miles de familias.
Es por todo esto que hay que acabar con esas sanguijuelas de dos patas , que le chupan la sangre al patrón y al trabajador.
Cuanto daño le siguen haciendo ciertos partidos políticos a la sociedad productiva, esto lo explicaba el economista estadounidense Thomas Sowell “El fraude más antiguo es la creencia de que la izquierda política es el partido de los pobres y los oprimidos” . Los partidos más peligrosos son los de tinte socialista y humanistas.
“sólo el que trabaja logra ver el futuro con más claridad”.
