LOS DESEOS NO SON HECHOS.

Luis F. Córdoba R.
3 min readDec 11, 2022

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“La masturbación es el resultado del hombre mujeriego que, se dice ser independiente”

Desde la infancia al ser humano lo han llenado de palabras sin decirle su verdadero significado. Durante la formación del individuo siempre han estado presente los mitos, las tradiciones, los dogmas y las diferentes creencias religiosas.

De las palabras que le han enseñado a repetir está una muy común entre las clases creyentes y necesitadas, es la de “Deseo”. La palabra deseo es una forma de autoengaño, de ilusionarse y de mantener un conformismo ante lo que pueden tener los demás.

El deseo se escucha antes de apagar la vela de cumpleaños, al comenzar a masticar las doce uvas de fin de año, en los que entran en la iglesia creyendo que otro hombre le va a perdonar los pecados. Entre los políticos no puede faltar, ya que saben que con ella calma parte de las peticiones del soberano.

Los viejos dicen, “ Los deseos no preñan”. y cuánta razón tienen, pues se necesitan dos para poder procrear y, lógico, sin la acción no puede pasar nada. Los deseos son la fantasía del socialista que espera que sea el otro el que le resuelva la vida, a diferencia del capitalista, que actúa y realiza.

Los deseos no son hechos: A muchos se le pasa la vida entre esas seis letras que, lo que logra es neutralizar al individuo, porque en ellas, no existe el movimiento, la creatividad ni la acción.

Los deseos no son hechos…En esto los políticos si tiene experiencia y hasta posgrados, ellos logran que las urnas sean llenadas de deseos por los ingenuos votantes, que creen que la vida les va a cambiar de la noche la mañana, aunque cuando votan por socialistas la vida les cambia en un dos por tres, con el deseo de la igualdad, pero hacia abajo.

Entre la manipulación que ha sufrido el individuo por sus creencias religiosas, políticas e ideológicas, es el deseo el que más los ha mantenido en la pobreza y en la miseria mental. Todo porque los que tienen el poder, siempre han deseado mantener al hombre pusilánime entre su redil de los deseos.

El hombre debe de dejar de ser una máquina de procesar deseos y fabricar heces. El hombre está para grandes cosas, entre ellas acabar con los populistas, con los falsos mesías y con pastores que sólo quieren el dinero que el pobre termina pagando por sus deseos.

Hay que matar el deseo por muchas razones, y, una de ellas la explica el filósofo, poeta, músico y filólogo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche. “Yo necesito compañeros vivos, no cadáveres con los que tenga que cargar”.

Es increíble que en pleno siglo XXI, el hombre siga teniendo deseos húmedos con políticos que dicen salvar el mundo, lograr la paz total, la igualdad entre las sociedades y librar al planeta del calentamiento global.

Los capitalistas no desean; ellos crean, actúan y sus ideas la convierten en acciones. No como los socialistas que viven con la utopía de vivir en un mundo maravilloso, donde todo llega gracias a la buena de dios y a los políticos de turno.

“El hombre que está claro que del cielo sólo cae agua, llega más lejos del que, sólo mira hacia arriba”

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Luis F. Córdoba R.

Solo intenta ser feliz,porque la vida es dura y poco dura -Poeta y Escritor-Defensor de la Isonomia - Nací para morir libre y vivire para luchar por lograrlo.