LOS HIPNOTIZADORES

“Cuando el hombre quiere ser rico jugando a la lotería, se vuelve presa fácil del engaño”.

El ser humano nació para ser feliz por sus propios medios y logros, nació para vivir en completa armonía con la felicidad alcanzada por su trabajo, esa felicidad se logra con los deseos cumplidos, eso nos convertirá seres bondadosos.

Pero los hipnotizadores de oficio, como son los políticos, religiosos, filósofos, intelectuales que sin importar que tendencia ideológica defiendan, son expertos en destruir los deseos individuales de los ciudadanos, para volverlos dependientes dentro un sistema colectivista y ultraísta, donde el individuo se mueve es por la masa y no por sus propias ideas .

Hoy en día las sociedades luchan por los deseos que les venden los hipnotizadores, cuyos deseos sólo logran destruir la sociedad, dividiendo a las familias, haciendo perder empleos, en crear odios y resentimientos.

¿Será que el deseo individual del individuo es, hacer cola para comprar alimentos perdiendo un valioso tiempo productivo, morir por falta de medicinas porque el sistema controla su salud, tener un salario miserable porque ser rico es malo y, en vez de tener una gran vida, tener una vidita? ¿Esos deseos darán felicidad?… ¡No creo!

Las necesidades en una sociedad para lograr tener calidad de vida y felicidad son: Salud, armonía, educación y trabajo, pero la sociedad que nos ofrecen estos hipnotizadores está llena de enhedonia, convirtiendo en un melodrama el vivir del individuo para mantenerlo ocupado en como sobrevivir en vez de cómo triunfar y defender sus derechos.

Nacimos para vivir y no para sobrevivir, pero es muy diferente sobrevivir en una ciudad tecnológica como Manhattan donde la preparación personal cuenta más que una ideología que, sobrevivir en Caracas donde un kilo de haría pan ya proporciona “felicidad”, haciendo realidad el melodrama en que se convierte una sociedad hambrienta abatida por un socialismo miserable.

La sociedad Latinoamérica debe salir de estos hipnotizadores que con sus doctrinas caudillistas y socialistas, han llevado a la sociedad a un estancamiento socio económico, manteniéndola en el tercermundismo, haciéndola creer que en sus manos están las soluciones de sus problemas.

Tiempos de cambio se vislumbran en el mundo, sería bueno qué los ciudadanos que participarán en esos cambios, piensen más en sus deseos individuales para que puedan trascender hacia sus proyectos personales y, no defender los deseos de los hipnotizadores que sólo desean mantenerse en el poder, el cual si les da felicidad pero a ellos, logrando su maquiavélicos deseos con sus engaños de paz, amor, patria y un tal socialismo del siglo XXI.

No se puede complacer a los hipnotizadores, sólo porque el miedo al cambio nos neutraliza, sin permitirnos ver un futuro donde los deseos personales si pueden ser posibles sin destruir la sociedad.

¿Qué es el deseo? No lo explica Katherine Pancol en su libro MUCHACHAS:

“ ¿Qué es el deseo, mamá? Es cuando se está enamorado de alguien, cuando se tienen muchas ganas de besarle pero se espera, se espera, y toda esa espera es el deseo. Cuando no le has besado aún, cuando sueñas con él al dormirte, cuando te imaginas, cuando tiemblas imaginándote, y es tan agradable todo ese tiempo en el que te dices que quizás, quizás le vas a besar pero no estás segura….”

¡NO y mil veces N0! … No podemos morir sin recibir el beso de la libertad, sin recibir esa felicidad que nos proporciona la tranquilidad en vez de la paz, sin recibir ese beso con sabor de pertenecía que te otorga la isonomía y no el autoritarismo.

Toda decisión nos traerá placer o pesar, felicidad o dolor, triunfo o derrota, libertad o esclavitud, es por ese que, nuestra calidad de vida es el resultado de las decisiones que tomamos con conciencia para no echarle la culpa a los demás.

“La fortuna esta en los deseos que decidimos hacerlos realidad”.