¿QUIÉN NO AMA A PECUNIA?

Luis F. Córdoba R.
3 min readOct 2, 2022

“La falsa moral del hombre lo lleva a mentir y a prometer, con tal de lograr sus propósitos”

La guerra por el poder ha sido el pan nuestro de los siglos, ninguna civilización, sociedad, comunidad o familia se ha librado de la ambición por el poder. Esa posición tan deseada ha desatado las más miserables, violentas y feroces disputas.

A la hora de defenderse, el poder desconoce ideologías, religiones, doctrinas y filosofía alguna. Tras este, se esconden alianzas, traiciones, negocios. Todo por mantenerlo o mantenerse, sin importar pisotear a familiares, adeptos o creyentes.

Las “democracias” siempre terminan violadas por los que prometieron respetar el poder otorgado. Cuando se obtiene el poder viene el acomodo del que tiene, del que desea. Pero en este acomodo no participa los que remaron para que la barca llegara a puerto seguro.

Pero el poder no puede vivir sin Pecunia. La cuidan . Sin ella su vida, como el pregonado poder no tiene sentido. Es la gasolina, la sangre, la energía que mueve el mundo. Es ella por la que la humanidad no ha dejado nunca de pelear.

¿Quién no ama a Pecunia? Cuando se trata de vivir tranquilo, en armonía, disfrutando de una calidad de vida, es Pecunia la que nos alivia el camino para lograr lo antes mencionado, aunque los idealistas marxistas, socialistas, humanistas y ambientalistas hablan mal de ella, saben muy bien que es su meta también tenerla.

¿Quién no ama a Pecunia? Nada en el mundo se mueve sin estar ella presente. Es ella la conciliadora, la que tranquiliza, lima asperezas, consciente el amor, alivia la salud y mejora el humor… Nadie, por más socialista o austero que se diga, no deja de buscarla para que el cumpla sus deseos y caprichos.

Vivimos en un mundo de hipocresías ideológicas, de presidentes mentirosos y corruptos de religiones ambiciosas y estafadoras, de comerciantes tracaleros y de amantes infieles y traidores, pero todo esto por no ser sinceros por el amor que sienten por Pecunia.

Se engaña quien dice que no desea a Pecunia. Que la desean en su cama y amanecer complacidos por ella. Con ella no importa el sexo, la religión, el partido político ni las ideologías, pues todos quieren tener relación con tan prestigiosa dama.

Si los líderes sociales, aquellos que aman el poder, se enfocarán en seducir, enamorar y proteger a Pecunia, permitiendo que sus frutos no sean envidiados ni expropiados, serian millones los hijos de Pecunia que vivirán de mano en mano trayendo tranquilidad a los ciudadanos.

A Pecunia la cuidan y la tratan muy bien en el libro “La Economía en una Lección”, del filósofo libertario y educador económico estadounidense Henry Hazlitt quien nos deja muy claro lo siguiente: “Cuanto más produce el individuo, tanto más acrecienta la riqueza de toda la comunidad. Cuanto más produce, tanto más valiosos son sus servicios para los consumidores y, por lo tanto, para los empresarios. Y cuanto mayor es su valor para el empresario, mejor le pagarán. Los salarios reales tienen su origen en la producción, no en los decretos y órdenes ministeriales”.

Los líderes y políticos se deben de dejar en aupar al pobrecito y a quien da lastima, sólo por mantener el poder o la popularidad. Es ahí donde se mantiene a la pobreza en espera de dádivas o subsidios. Los políticos no pueden olvidar que todos desean tener los placeres que da la hermosa Pecunia.

“El hombre no encuentra la tranquilidad en los sentimientos, la encuentra en la abundancia que tenga en sus bolsillos” .

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Luis F. Córdoba R.

Solo intenta ser feliz,porque la vida es dura y poco dura -Poeta y Escritor-Defensor de la Isonomia - Nací para morir libre y vivire para luchar por lograrlo.