“ TODO PASA ”

“El hombre se acostumbró a almacenar, pero se olvidó que siempre se va con las manos vacías”.

La vida está llena de circunstancias que se deben saber entender, analizar, comprender y resolver. La mayoría de las cosas que pasan en el transcurso de la vida están fuera de control del individuo, por eso hay que estar preparado para aceptar y soltar .

La envidia, la avaricia, el rencor hacen parte de la acumulación que llena al hombre de odio y de angustia. El creer que la vida es eterna tiene como efecto no ver lo que tiene al frente, esa nube que cubre los ojos y el pensamiento del necio, hace que se escape la felicidad y la tranquilidad.

Muchos permiten que su maleta de viaje la llenen los políticos, las religiones, la familia, amigos y conocidos de problemas y compromisos que no les corresponde, esto hace que la maleta cada día pese más y el camino hacia los propósitos se haga más lento y duro.

Muchos se pasan la vida nadando y empujando la maleta, tratando de llegar sano a la otra orilla, orilla que por un leve viento puede cambiar repentinamente de posición. Hay que hacer que cada paso o brazada logre su propósito, el avanzar .

Como cada día trae su propia preocupación y solución, toca estar atento hacia donde sopla el viento para echar a volar la cometa, la que lleva sueños y deseos. No se puede atrasar el reloj para llegar más temprano, porque el auto engaño hace más daño que la realidad.

Todo pasa. Esta es una realidad que muchos no quieren aceptar. ¿Alguien ha visto un río en quietud, o un día donde el tiempo no corra? No se puede estar siempre preocupado por el presente , porque pasado un segundo ya todo es pasado, así de dinámica es la vida. “no se aferres a lo que pasa o sucede porque nada es eterno”.

Todo pasa. La fiebre, el cansancio, el amor, la tragedia, la alegría, los problemas y las la deudas, nada perdura y mucho menos te los llevas a la tumba, allá hay que llegar con la maleta liviana y con la tranquilidad de haber vivido.

Al aceptar que todo pasa, se debe tener la capacidad de entender lo que está sucediendo en el momento, así poder aceptar, calificar o juzgar, él filósofo Baruch Spinoza en su libro Ética no demuestra que la realidad tiene diferentes facetas, por eso con lo que pasa, cada quien se quedara con su propio sabor, Spinoza nos dice, “Una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala, e indiferente. Por ejemplo, la música es buena para la melancolía, mala para los que están de luto, y ni buena ni mala para el sordo”.

Dejemos que la vida fluya con su sabores y sinsabores, solo hay que aprender del momento y que sean las lecciones las que nos lleve a un mejor sendero, que la tristeza o la alegría, que la paz o el caos, que el alivio o el dolor, que al amor o la desilusión siga su camino, no los atrapes ya que todo pasa, nada se queda y nada no llevamos.

“Solo estamos de paso en esta tragedia a la que llamamos vida”